La ayuda va dirigida únicamente a nuestros beneficiarios menores de edad y está presente en dos momentos:
El primero corresponde al apoyo o asistencia de tareas, las cuales se derivan de la cotidianidad académica, permitiendo a los beneficiarios llevar a cabo un repaso de la clase, crear un hábito de estudio y fomentar el desarrollo de la autonomía.
El segundo aspecto se determina a partir de los resultados observados en los boletines bimensuales expedidos por las respectivas instituciones educativas.
Luego de cotejar y establecer las áreas que requieren ser tenidas en cuenta, las voluntarias asumen la tutoría con cada beneficiario, atendiendo las dudas y orientando un trabajo personal, procurando mejorar la atención en el aula, resolviendo las dudas particulares y creando hábitos de investigación y profundización de los temas a través del buen uso de los medios de apoyo con que cuentan.